lunes, 21 de enero de 2008

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,
si para estar ahora enamorado
fue necesario haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
UN AÑO
Un año... una vida.
Un día en el que todo cambia, y sonreímos.
Un día en el que todo pudo ser confuso, donde nuestros pensamientos se agrietaron y nuestros sueños murieron lentamente con nuestras esperanzas.. . o tal vez no.
Un año, tal vez para olvidar, quizá para recordar por el resto de nuestra vida.
Un día, en cualquier mes, donde nos enamoramos, conocimos al fin a nuestro amor verdadero, despedimos para siempre a esa persona que tanto nos dañó, o simplemente vivimos igual que otros tiempos atrás.
Pero... todo cambia.
Y tal vez, fue el momento para encontrar o dejar de lado, para amar u olvidar completamente, para erguirse triunfante o morder el polvo de la angustia y la desesperación, para creer una vez más en nosotros mismos y volver a intentarlo.
Un día, un momento... en el que pudimos saber para dónde íbamos, o tal vez no, dónde pudimos tocar todas las puertas de la oportunidad o la inacción, dónde estuvimos en completa soledad y nadie se apiadó de nuestros gritos, donde estuvimos al final, rodeados de todo eso que soñamos durante nuestras esperanzas más audaces.
Un día, un lugar, un momento... dónde aprendimos a crecer, a perdonar, a pedir, a dejar, a reintentar, a invocar, a sufrir, a querer y amar y tal vez; fue cuando nos dimos cuenta que somos valiosos y únicos.
Un día, un momento, un año, donde todo cambia, donde todo se transforma, donde la vida va y viene, donde las palabras se olvidan y los hechos marcan la diferencia.
Un año más... donde esperamos dar lo mejor y recibir otro tanto, donde reímos, lloramos, perdimos, ganamos, morimos, renacimos, olvidamos, quisimos, amamos, rezamos, y finalmente nos encontramos.
Un día, en el que tuvimos la oportunidad de mirar por última vez a nuestra madre, a nuestro padre, a nuestros hermanos, a nuestros amigos o... a esa persona que dejó su marca indeleble en nuestro corazón.
Y volver... volver a intentarlo una vez más, otro día, en otro lugar, en otro momento... una nueva oportunidad, esa que nunca termina a pesar que pasen los años, ese fuego eterno que siempre nos quema por dentro y nos dice que todavía queda un camino más por recorrer, esa palabra que nos alienta y nos dice que aún no es tiempo de bajar los brazos.
Y nos quedamos quietos, pensando, haciendo un balance; y asentimos o negamos, cavilamos o confirmamos, destrozamos o construimos, recordamos o quizá, olvidamos para siempre.
Y todo en un año, que no es más que un eslabón de una gruesa cadena de historias.
Un día, un lugar, un momento, una vida...
Un año.

SONRÍE

SONRÏE
Sonríe Siempre...
Deseo que siempre se dibuje una sonrisa en tu rostro, tu cara se verá mucho más hermosa.
Si un día te invade la tristeza... Si hay nubes grises en tu interior...
Trata de alcanzar el Sol, para que sus rayos den tibieza a tu alma.
Si un día eres incapaz de ver al Sol...
Si no hay claridad en tu camino... Busca la luz de un buen faro que te indique tu destino...
Si un día pierdes la alegría y te invade la amistad de la tristeza... No desesperes.. . acéptala por compañera, pero... No le des hospedaje en tu alma. Despídela échala a volar en cuanto puedas.

Pero eso sí... Tan pronto como salgas de tu casa... sonríe a la vida... Salta, canta, juega... No te importe lo que dirán... Aférrate a la alegría por compañera.

Si un día sientes el peso de una soledad como a una losa que te aprisiona el alma... Y necesitas compartir tu soledad en compañía... No dudes en mí siempre tendrás a una amiga.

¡Sonríe! Siempre a la vida... Sé feliz..